Aunque hoy en día puedes conseguir cientos de euros con un solo click buscando diferentes tipo de microcréditos online sin apenas dar información personal, pero no siempre han funcionado así.
Antes de la era digital, los procesos de solicitud y aprobación de microcréditos eran mucho más lentos que en la actualidad. Dependían de la interacción personal entre los clientes y las instituciones financieras.
Mucha gente se pregunta si estos avances digitales favorecen a los clientes, a los bancos, o ambos.
Para resolver esta cuestión, en este artículo vamos a comparar el pasado y el presente de este tipo de préstamos y descifrar a quién benefician hoy en día.
¡Empecemos!
Microcréditos antes de la era digital
Antes de la banca online, la única forma de conseguir un préstamo bancario era acudiendo a un banco personalmente. Allí te atendía un asistente, el cual te evaluaba y decidía si era conveniente para el banco establecer una relación contractual entre ambos. Estas eran las características principales de este proceso:
Proceso manual: La solicitud de microcréditos implicaba una considerable cantidad de papeleo y procesos manuales. Los prestatarios tenían que llenar formularios en papel y presentar documentos físicos.
Acceso limitado a la información: La evaluación del riesgo crediticio se basaba principalmente en la información proporcionada por el prestatario y en informes de crédito tradicionales. A veces limitaba el acceso a servicios financieros para aquellos sin historial crediticio.
Interacción cara a cara: La comunicación y la negociación entre los prestatarios y los prestamistas se realizaban en persona. Podía ser inconveniente y limitaba el acceso a servicios financieros para aquellos en áreas remotas.
Como podemos ver, contratar un microcrédito era un proceso casi tan largo y tedioso como contratar un crédito convencional.
Tenías que traer cientos de papeles y documentos, defender tu historial crediticio, y esperar que no hubiera ningún fallo en los informes de crédito tradicionales.
Aquí hay varias ventajas y desventajas muy claras respecto al sistema digital actual. Vamos a esperar al último apartado para comparar las dos generaciones cara a cara.
Microcréditos en la era digital
Hoy en día, un par de clicks pueden ser lo único que se interponga entre 500€ de préstamo y tu cuenta bancaria, mediante los microcréditos online. El sistema actual está tan optimizado que puedes conseguir dinero en cuestión de minutos. Esto conlleva varias características:
- Procesos 100% en línea: La llegada de la era digital ha permitido la automatización de muchos procesos. Ahora, los prestatarios pueden completar solicitudes en línea, lo que agiliza significativamente el proceso de solicitud y aprobación.
- Evaluación de riesgos mejorada: Las instituciones financieras ahora pueden utilizar tecnologías avanzadas, como algoritmos y análisis de datos, para evaluar el riesgo crediticio de manera más precisa.
- Acceso global: La digitalización ha permitido la creación de plataformas en línea que conectan a prestamistas y prestatarios de todo el mundo. Esto ha ampliado el acceso a microcréditos para comunidades en áreas remotas que antes podrían haber tenido dificultades para acceder a servicios financieros.
- Tecnología de pago: La era digital ha facilitado el acceso a métodos de pago electrónicos, lo que hace que sea más sencillo y seguro realizar transacciones de microcréditos.
- Reducción de costes: La automatización y la digitalización han ayudado a reducir los costos operativos para las instituciones financieras, lo que puede traducirse en tasas de interés más bajas para los prestatarios.
Aunque parezca que la era digital tiene muchas más ventajas que los microcréditos tradicionales, ¿quién gana hoy en día, el cliente o la entidad bancaria? En el último apartado vamos a descubrirlo.
¿Son recomendables los microcréditos online?
Las ventajas de los microcréditos en la era digital son obvios. Hoy en día puedes contratar un microcrédito hasta desde un bosque, siempre y cuando tengas conexión a internet.
Hace no tanto tiempo, si querías un préstamo tenías que viajar hasta la ciudad más cercana y visitar una entidad bancaria. Una vez allí, tenías que pasar por un procedimiento antes de recibir el dinero o la respuesta negativa por parte del banco.
Por lo tanto, está claro que la era digital ha favorecido enormemente a las poblaciones más recónditas y a los pequeños poblados, los cuales ya no tienen que movilizarse para solicitarlo, pueden pedir microcréditos online.
Pero la velocidad con la que podemos conseguir dinero hoy en día también puede jugar en nuestra contra. Esto se debe a varios factores que antes de la era digital no nos afectaban:
- Decisiones impulsivas: En situaciones de estrés y antes de pensarlo bien, podemos pedir un microcrédito y entrar en deuda de manera irresponsable. Las barreras que existían antes te permitían valorar otras posibilidades antes de recurrir a la deuda.
- Falta de información esencial: Antes tenías, de manera irremediable, a un agente del banco que te explicaba todas las condiciones y cláusulas del préstamo, de manera que estabas informado de lo que contratabas. Hoy en día las cláusulas se introducen en un link que mucha gente no clickea, lo que los deja absolutamente desprotegidos contra medidas abusivas o desconocidas para el cliente.
Como acabamos de comprobar, conseguir un micropréstamo en 3 minutos no es tan buena idea como parecía al principio.
Además, los bancos no cuentan con la diligencia con la que contaban antes. Así que te podrían dar un préstamo de manera irresponsable contando con que falles a tus pagos, para después cobrar tarifas por impago desproporcionadas.
Esto se debe a que hoy en día hay muchísimos más bancos que en el pasado, ya que no necesitan presencia física para existir, simplemente con estar en la red es suficiente.
Eso da lugar a la creación de muchas entidades bancarias abusivas, porque no tienen que mantener entidades físicas, una buena reputación o apenas personal (en otras palabras, no tienen prácticamente nada que perder).
Resumiendo, la mayoría de las ventajas se las llevan los bancos. Pueden hacer análisis de riesgo mucho mejores y más rápidos que en el pasado. Además, con los servicios online pueden firmar más contratos en menos tiempo.
Por otro lado, los clientes pueden endeudarse más rápido y con menos información, lo que puede ser negativo a largo plazo. Así que hoy en día sólo las personas más responsables pueden contratar microcréditos sin que estos acaben siendo una carga económica innecesaria.
Si has contratado un microcrédito y quieres denunciar a la entidad y reclamar los intereses abusivos aplicados o la falta de transparencia, nosotros te podemos ayudar.
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