El Juzgado de Primera Instancia de Zaragoza ha declarado que los intereses aplicados de una tarjeta revolving son considerados usuarios y, por ello, ha decidido condenar a Wizink a devolver a la afectada todas las cantidades abonadas de más que excedan el principal prestado.
Los intereses usurarios que las entidades aplican en las tarjetas revolving hacen que la deuda contraída no se reduzca, por mucho que el cliente abone sus cuotas. El pago del crédito se convierte realmente en inasumible. Es una práctica de la usura, aunque en pleno siglo XXI.
Junto a las de entidades financieras conocidas como Santander, BBVA, Wizink, EVO, Cofidis, Caixabank o Bankinter, existen tarjetas revolving comercializadas por otro tipo de empresas con un nombre comercial más adaptado al tipo de compra realizada. Así, se pueden destacar las de Alcampo, Cepsa, Carrefour, Fnac, Iberia, Eroski, Inditex, Ikea, Leroy Merlín, Renfe o Vodafone, entre muchas otras.
Todas encierran los mismos peligros: intereses muy elevados, desinformación y deudas que se alargan en el tiempo.