La deuda es uno de los recursos económicos más utilizados en España y en el mundo. Para favorecer el flujo de la economía, mediante la deuda puedes comprar cosas y contratar servicios antes de tener el dinero necesario para ello.
Aunque la gran mayoría de deudas son pagadas a tiempo, un pequeño porcentaje de ellas no corre la misma suerte. Esto normalmente se debe a una gran cantidad de factores diferentes, como puede ser el cambio económico repentino del deudor, despido de su empleo, emergencias de última hora, etcétera.
Estas razones pueden hacer que un deudor se vea en la situación de no poder repagar su deuda, iniciando así un proceso complejo y normalmente difícil entre el acreedor y deudor.
Si te encuentras en la parte acreedora y quieres saber qué métodos tienes para conseguir tu dinero de vuelta, en este artículo vamos a explicarte las herramientas que tienes a disposición en España para reclamar el pago de una deuda.
¡Empecemos!
Índice
Cómo reclamar una deuda sin llegar a juicio
Por supuesto, antes de llegar a la vía legal hay algunos procedimientos que tenemos que hacer. Es posible que el deudor se haya olvidado de pagar la deuda y tenga buenas intenciones, o bien que la notificación no le haya llegado todavía.
Por lo tanto, en este paso tendremos que dar por hecho que el deudor tiene buena fe y reclamar la deuda de manera amistosa.
Esto puede realizarse a través de una llamada, mensaje o correo electrónico. La mejor opción suele ser el correo electrónico para que quede constante en caso de que acudas a los tribunales más adelante.
Si el deudor se muestra ilocalizable (ya sea por mala fe o por algún otro motivo) tendremos que acudir al segundo paso: Notificar la deuda formalmente.
Para ello tendremos que enviar una carta de requerimiento formal, exigiendo el pago de la deuda. Esta carta debe incluir los detalles de la deuda, el importe adeudado y un plazo razonable para el pago.
Hasta aquí hemos hecho todo lo posible para agotar la vía extrajudicial, de manera que el pago de la deuda sea ágil y no tenga que llegar a mayores. Si la deuda sigue sin ser pagada en este punto, tendremos que usar la vía legal.
Cómo reclamar una deuda con el proceso monitorio
La primera herramienta legal (y la más rápida) que tenemos es el juicio monitorio. Este recurso se centra en la recuperación de deudas de naturaleza dineraria, es decir, aquellas que involucran la entrega de una suma de dinero.
Por lo tanto, para que un caso pueda tramitarse mediante este procedimiento, la deuda debe consistir en dinero en sentido estricto (no se aplica a obligaciones de hacer, como la realización de un servicio o la entrega de bienes),
Además, tiene que tratarse de una deuda vencida y exigible, lo que significa que ha vencido el plazo de pago y no existen condiciones adicionales que impidan reclamar su cumplimiento.
Es muy recomendable que acudamos a esta opción si la deuda está respaldada por documentos firmados por el deudor. Esto puede incluir facturas, albaranes de entrega, certificaciones, telegramas, faxes u otros documentos que acrediten la deuda.
Ahora bien, ¿cómo funciona el proceso monitorio?
Petición Inicial: El procedimiento se inicia cuando el acreedor de la deuda presenta una solicitud al juzgado con el propósito de obtener un título ejecutivo. Este título es fundamental para avanzar en la recuperación de la deuda.
Requerimiento de Pago: Una vez que se ha presentado la petición inicial, si es aceptada, el juzgado emite un requerimiento de pago al deudor. El deudor tiene un plazo de 20 días hábiles para:
- Realizar el pago: Si el deudor paga, no tenemos que hacer nada más.
- Oponerse a la reclamación: En este caso, el procedimiento continuará en formato de juicio verbal si el importe reclamado es inferior a 6,000 euros. Si el importe supera esta cifra, se otorgará al acreedor un mes para presentar una demanda de juicio ordinario.
- Obtención de Título Ejecutivo: Si el deudor no paga y no presenta oposición dentro del plazo de 20 días, el acreedor obtendrá un título ejecutivo que le permitirá iniciar la ejecución de la deuda. Esto implica la posibilidad de embargar los bienes del deudor, como saldos en cuentas bancarias o salarios, para saldar la deuda pendiente.
El objetivo del procedimiento monitorio es lograr la ejecución inmediata del crédito (en cuestión de pocos meses o menos) sin la necesidad de esperar años para conseguir la resolución un juicio verbal u ordinario. Además, esta opción no requiere de abogado, así que podrás realizarla sin asesoramiento legal.
Si, como vimos anteriormente, el deudor se opone al pago de la deuda, tendremos que conseguir un abogado y acudir a un juicio verbal (si la deuda es de menos de 6.000€, si no habrá que empezar un juicio ordinario).
Reclamación de deudas a través de juicio verbal u ordinario
En el sistema judicial español, la diferencia principal entre el juicio verbal y el juicio ordinario para la reclamación de deudas radica en el valor de la deuda y la complejidad del proceso.
Como explicamos anteriormente, el juicio verbal se utiliza para reclamar deudas de hasta 6,000 euros. Se caracteriza por ser un procedimiento más rápido y simplificado en comparación con el juicio ordinario, ya que se requiere la presentación de documentos probatorios desde el principio.
Además, las partes pueden presentar sus argumentos de forma oral en una audiencia ante el juez, de manera que los costes asociados con el juicio verbal tienden a ser menores debido a su simplicidad y duración más corta.
Por otro lado, el juicio ordinario se utiliza para reclamar deudas que superan los 6,000 euros. Este procedimiento es más complejo y permite un proceso más detallado, lo que lo hace adecuado para casos más complicados.
Consecuentemente, debido a su mayor complejidad y duración, los costes legales y judiciales pueden ser más altos que los del juicio verbal.
En resumen, la elección entre un juicio verbal y un juicio ordinario para la reclamación de una deuda dependerá del valor de la deuda y la complejidad del caso.
El juicio verbal es más rápido y adecuado para deudas de menor cuantía, mientras que el juicio ordinario se reserva para casos más complejos y deudas de mayor valor.