Para saber si tienes una tarjeta revolving, comprueba el contrato y los recibos de tu tarjeta de crédito. En ellos encontrarás la modalidad de pago y las condiciones que estás utilizando y resolverás tus dudas.
Muchas compañías deciden no mencionar la palabra “revolving” en los contratos para que los clientes no se asusten y como consecuencia no contraten un servicio.
Esto se debe a que la palabra “revolving” va normalmente asociada a intereses altos, muchísimas denuncias de compañías que han cobrado intereses abusivos y han acabado en el juzgado. Por eso mismo, muchas entidades bancarias prefieren no usar esa palabra.
Y es que muchos desconocen que tienen una tarjeta revolving o de pago aplazado en sus manos. Al contratar una tarjeta de crédito, por desconocimiento, puedes elegir la modalidad de pago como pago a plazos, sin saber que estás contratando una tarjeta revolving.
Por eso, si sospechas que tienes una tarjeta revolving y crees que es abusiva, en este post te ayudamos.
Cómo saber si tienes una tarjeta revolving
Cómo Saber Si Tienes Una Tarjeta Revolving Mediante El Contrato
La primera señal de que has solicitado una tarjeta revolving será el lenguaje del contrato. Normalmente las entidades bancarias utilizan términos como “revolve” o “ciclo”, que indican claramente que se trata de una tarjeta revolving y no de una tarjeta normal.
Otro lenguaje relacionado con este tipo de tarjetas es el “límite total”, que se refiere a la cantidad máxima que se puede gastar con la tarjeta antes de que venza el siguiente pago mínimo. El límite total no coincide necesariamente con el saldo inicial, ya que este último puede fluctuar a medida que se realizan pagos y compras adicionales durante el periodo de facturación.
Si después de comprobar eso todavía quedan dudas, también podrás comprobar la tasa anual equivalente (TAE) que aparece en tu contrato. Las TAE asociadas a las tarjetas revolving suelen ser mucho más elevadas que las asociadas a otras tarjetas, ya que las entidades bancarias asumen mayores riesgos financieros al pasar largos periodos sin cobrar la totalidad de los saldos.
Si encuentras un TAE significativamente superior al de otros productos bancarios similares, es decir, más de un 20%, probablemente se trate de una tarjeta revolving. Ese 20% puede llegar incluso hasta un 25%, y ya lo ha hecho en el caso de varias compañías de crédito.
Por supuesto, recomendamos comprobar cuidadosamente todas las comisiones y cláusulas relacionadas antes de firmar cualquier contrato para obtener información sobre la naturaleza del crédito y evitar así posibles problemas financieros futuros.
Ahora bien, si nos salimos fuera del contrato, también hay otro método para llegar a la conclusión de que tenemos contratada una tarjeta de crédito revolving. Estamos hablando de los pagos mensuales y el monto total de la deuda, los cuales vamos a abordar a continuación.
Cómo Saber Si Tienes Una Tarjeta Revolving Mediante La Deuda
Las tarjetas revolving se pueden pagar de dos formas diferentes:
- Mediante una cuota mensual fija. Independientemente del monto adeudado, se paga una cantidad fija mensual que va reduciendo la deuda total y añadiendo más crédito a tu tarjeta. Mediante este método los intereses se van acumulando poco a poco y pueden llegar a endeudarse cantidades muy por encima de lo normal.
- Mediante el pago de un porcentaje sobre la deuda total. La otra opción es pagar un porcentaje sobre el monto adeudado cada mes, lo que significa que los pagos mensuales siempre serán diferentes. Una vez que se haya pagado dicho porcentaje, el dinero volverá a estar disponible y se añadirá al crédito.
Así que una forma muy sencilla de saber que tenemos una tarjeta revolving será mirando las facturas mensuales de la tarjeta. Si estamos pagando una cuota fija mensual que no varía, es probable que estamos delante de una tarjeta revolving.
Otra manera sería ver en las facturas mensuales una cantidad variante que está ligada al gasto de la tarjeta. Si por ejemplo tenemos adeudados 1.000€ y nos cobran de la tarjeta un 10% de esa cantidad, podríamos estar ante una tarjeta revolving.
Una peculiaridad de este tipo de tarjetas de crédito es que los intereses tienden a acumularse muy fácilmente, entonces la deuda podría seguir creciendo sin que seamos conscientes de ello. De hecho, hay muchas personas que, sin usar la tarjeta, siguen pagando cuotas mensuales y los intereses siguen creciendo a sus espaldas.
Esta situación es muy común, así que es imprescindible saber qué estamos contratando antes de firmar. Si después de realizar las comprobaciones necesarias hemos llegado a la conclusión de que tenemos contratada una tarjeta revolving, el siguiente paso será revisar el TAE.
Hay muchas entidades bancarias que se aprovechan de los particulares utilizando porcentajes TAE abusivos, cobrando de más a personas que no están bien informadas sobre lo que contratan. Para finalizar el artículo, explicaremos qué se puede considerar un porcentaje de interés abusivo y cómo te puedes defender contra las entidades bancarias en caso de que te ocurra.
¿Cuál es la letra pequeña de estas líneas de crédito?
¡Cuidado con la letra pequeña de las tarjetas revolving! Aparentemente, las tarjetas revolving son muy cómodas. Sin embargo, al contratarlas el consumidor debe tener muy en cuenta que cada vez que haga un pago con ella, es difícil de amortizar la deuda.
Si pagas la deuda de una vez, no sueles tener problemas. Sin embargo, si el titular de la tarjeta decide pagar su deuda con el banco a plazos, los intereses aplicados suelen ser excesivos, abusivos. Esto hace que una pequeña ayuda necesaria en un momento económico delicado, o por un gasto puntual, pueda convertirse en una deuda difícil de amortizar.
Las entidades que comercializan estas tarjetas pueden llegar a aplicar unos intereses que superan el 24-26% TAE, lo que hace muy complicado poder pagarlos y liberarse pronto de la deuda.
Es más, hasta el Tribunal Supremo sentó jurisprudencia con una sentencia contra Wizink en marzo de 2020 en la que consideró usurario un crédito con una TAE del 27%, al dictaminar que los intereses eran abusivos por ser leoninos y notablemente superiores al valor del dinero.
¿Cuál es el problema de las tarjetas revolving?
Probablemente ahora que sabes los elevados intereses que establecen las entidades bancarias por las tarjetas revolving no entiendas cómo puede haber tanta gente afectada. Precisamente, ahí reside el problema: la mayoría de los consumidores no conocen las características de las tarjetas revolving ni son aconsejados por las entidades que las conceden. Muchos, directamente, ni siquiera saben que tienen una tarjeta revolving en la cartera.
¿Por qué? Este tipo de producto financiero no solo son expedidos por bancos como Wizink, Bankinter, Caixabank o BBVA. Marcas comerciales a las que acudes en tu día a día, desde tiendas de ropa como Zara hasta supermercados como Carrefour o Alcampo o gasolineras como Cepsa, las ofrecen bajo supuestos descuentos y facilidades de pago.
¿Mi tarjeta de crédito es revolving y se puede reclamar?
¿Cómo saber si mi tarjeta de revolving es abusiva?
Para asegurarte de que tienes una tarjeta de pago pago a plazos o revolving, debes revisar regular y periódicamente tus extractos bancarios o el contrato de la misma: si tu tarjeta tiene activada la modalidad revolving o pago aplazado, los intereses TAE establecidos por la entidad por aplazar las compras estarán reflejados ahí.
Si al acceder a tus movimientos ves unos intereses excesivos o, por mucho que pagues tus cuotas, sientes que la deuda no disminuye o desaparece, sospecha. De igual manera, si el contrato peca de falta de información, letra demasiado pequeña o datos confusos, sospecha también: los bancos suelen emplear esta estrategia para que el consumidor no sepa qué es lo que está contratando.
¿Qué puedo hacer si descubro que la tarjeta que tengo es revolving?
Si finalmente tus dudas se confirman y lo que tienes en tu cartera es una tarjeta revolving, nuestra recomendación es que reclames ya que la ley te ampara. Si nos centramos en el aspecto de los intereses, la Ley de 23 de julio de 1908 sobre nulidad de contratos de préstamos usurarios, establece que el tipo de interés considerado como mínimo para reclamar la nulidad del contrato por intereses de usura está en el 25% TAE, un porcentaje que se supera en muchas de este tipo de tarjetas.
De igual manera, más allá de los intereses, existen varias razones más para reclamar judicialmente una tarjeta revolving y son la falta de claridad que pueda haber en el contrato, en el que no se informa, de manera transparente del tipo de producto que se está adquiriendo y las condiciones y obligaciones económicas que conlleva y también si se ha recibido información insuficiente durante la promoción de la tarjeta.
A la hora de reclamar, lo más conveniente es que te apoyes en profesionales especializados en este tipo de reclamaciones, que sepan cómo actúan los bancos en estos casos y puedan defender tu situación hasta una sentencia exitosa. En Reclama Por Mí tenemos un equipo de abogados especializados en este tipo de litigios que ya han defendido, y ganado, los casos de miles de personas como tú.
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