Muchas personas han conocido lo que es un embargo a través de series policíacas, mientras que otras han vivido las consecuencias de un embargo en su propia piel. Aunque esta palabra nos sea muy familiar, ¿qué significa exactamente?
Un embargo es una medida cautelar que implica la retención temporal de bienes, propiedades o activos de una persona o entidad como garantía de cumplimiento de una obligación pendiente.
No implica la sustracción directa de bienes de la persona, sino que se retienen bajo el control de una autoridad competente, como un tribunal o la policía para asegurar que la parte que solicitó el embargo pueda satisfacer su reclamación si obtiene un fallo favorable en un proceso legal.
En pocas palabras, un embargo retiene nuestros bienes para que no los podamos usar ni vender en caso de que tengamos una deuda pendiente.
Ahora bien, para entender a fondo los embargos tenemos que entender cómo funcionan, su procedimiento de actuación, y cómo podemos evitarlos. En este artículo daremos respuesta a todas estas preguntas detalladamente.
¡Empecemos!
Procedimiento de embargo
Como todo proceso legal en España, hay unos pasos que hay que seguir antes de embargar los bienes de una persona. Por lo tanto, cualquier embargo tiene que funcionar respecto a las siguientes pautas:
Solicitud del embargo
Todo empieza cuando una persona no paga o no entrega lo que le debe a otra persona. Ya que la deuda no ha sido saldada, la parte acreedora quiere tomar medidas para que el deudor pague lo antes posible.
Una de estas medidas es el embargo de bienes, el cual congelará algunos bienes del deudor, de manera que no los pueda vender ni ocultarlos de ninguna manera. Mucha gente intenta ocultar sus pertenencias para no perder su coche, casa o bienes valiosos ante el impago de una deuda.
Por supuesto, esta solicitud se presenta ante un tribunal competente, y debe incluir toda la información necesaria sobre la deuda y los bienes del deudor que se pretenden embargar.
Notificación al deudor
Una vez que el tribunal aprueba la solicitud de embargo, el deudor será notificado oficialmente. El deudor tiene la oportunidad de presentar alegaciones o impugnaciones si considera que el embargo es injusto o incorrecto.
Normalmente el acreedor pedirá embargar los bienes necesarios para pagar la deuda. Si el deudor debe 100.000€, el acreedor podrá pedir bienes que valgan esa cantidad.
Evaluación de bienes
Muchas veces el acreedor no sabe cuántos bienes tiene el deudor o cuánto valen. Por lo tanto, el tribunal designa a un funcionario encargado de evaluar los bienes del deudor.
Esta valoración es esencial para establecer cuánto se puede recuperar para pagar la deuda, y qué bienes tendrán que ser embargados para cubrir el monto total.
Algunos artículos que se suelen embargar son joyas, coches, cuadros, barcos, motos, casas (solo en algunos casos explícitamente citados por la ley), etc.
Subasta de bienes
Si los bienes han sido embargados y el deudor sigue sin pagar, es momento de confiscar los bienes definitivamente y subastarlos para satisfacer al acreedor. Hasta ahora los bienes estaban simplemente congelados, pero en este paso se procede a su venta.
Los bienes subastados se venden al mejor postor, y el dinero obtenido se utiliza para pagar la deuda, incluyendo los gastos del proceso de embargo.
Aunque ahora sepamos cómo funciona un embargo, todavía no sabemos todas las consecuencias que tienen, así que vamos a explicarlo en el siguiente apartado.
Consecuencias de un embargo
1.Pérdida de bienes: El resultado más evidente de un embargo es la pérdida de bienes que el deudor poseía, lo que puede ser particularmente devastador si se trata de una vivienda o un vehículo. Reiteramos que la vivienda solo puede ser embargada en casos extremos de impago, y no es normal que se produzca.
2. Daño crediticio: Los embargos también pueden dañar el historial crediticio del deudor, lo que dificulta la obtención de préstamos o créditos en el futuro (sobre todo si queremos contratar productos de crédito).
3. Costes adicionales: El proceso de embargo conlleva gastos legales y administrativos, que generalmente deben ser cubiertos por el deudor. Esto significa que nuestras pertenencias estarán todavía más devaluadas en su venta, ya que tendremos que pagar todos los costes asociados.
4. Estrés emocional: El proceso de embargo puede ser emocionalmente agotador y estresante, ya que implica la pérdida de activos y la incertidumbre financiera. Esto puede tener consecuencias respecto a nuestra salud mental.
Ahora bien, ¿hay alguna manera de evitar un embargo?
Cómo evitar un embargo
En muchos casos, es posible llegar a un acuerdo con el acreedor para establecer un plan de pago que evite el embargo. La comunicación abierta y la negociación son clave en esta etapa.
Tendremos que intentar que el acreedor vea más factible una negociación fructífera que un embargo, de manera que la situación acabe en buen puerto y no sea necesario acudir a las autoridades.
Si hemos agotado la vía de la negociación, la Ley de Segunda Oportunidad también nos puede ayudar. Esta ley permite a personas físicas y autónomos solicitar la cancelación de sus deudas, lo que puede evitar el embargo de sus bienes.
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