De unos años para aquí el tema de la luz es un clásico en las conversaciones de nuestro país. De un día para otro se empezó a hablar de crisis energética y cómo el precio del MWh subía de manera espectacular. Concretamente, en 2022, la factura de la luz se incrementó un 67% más llegando a los 185,79 €/MWh respecto a los 111,05 €/MWh de 2021.
Factores como el incremento de las materias primas como el petróleo o el gas natural, la guerra de Ucrania, uno de los principales proveedores de gas de Europa, la inflación y el efecto posterior tras la pandemia, supusieron que la luz registrara los precios más altos de la historia. Si a eso se suma el funcionamiento del mercado energético español basado en un sistema de oferta y demanda que establece el precio del kWh, ya tenemos todos los elementos para montar la tormenta perfecta en cuyo vórtice se encuentran los consumidores españoles.
En este tiempo hemos aprendido a poner la lavadora a las 12 de la noche, a descargarnos aplicaciones que nos dijeran en qué horas del día era más barato poder encender la calefacción de los radiadores y a saber qué es el mercado libre o regulado, todo ello para conseguir ahorrar un poco en esa factura que, cada mes, se convierte en un quebradero de cabeza para muchas familias.
A pesar de ello no todo son malas noticias ya que, el pasado mes de enero de 2023, el Gobierno español anunció, a través de su Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que se mantendrían vigentes los acuerdos del Gobierno para reducir la factura eléctrica y garantizar los suministros esenciales a los colectivos vulnerables de 2022. Esto se traduce en que el impuesto eléctrico será de 0,5% hasta el 31 de diciembre de 2023, se mantendrá suspendido el impuesto de generación eléctrica hasta esa misma fecha y la reducción del IVA será del 5% en vez del 10%, solo aplicable a hogares con una potencia contratada hasta 10 kW.
Sin embargo, son muchas las dudas que nos surgen cuando intentamos entender todos los conceptos que aparecen en nuestra factura de la luz y es por eso que hoy hemos preparado un artículo en el que te explicamos de una manera sencilla cómo descifrar todos los elementos de una factura de luz para que puedas aprender qué y porqué pagas lo que pagas por la factura eléctrica.
Cómo entender una factura de la luz
Da igual qué empresa sea tu proveedora, la factura de la electricidad contiene una serie de elementos que se abonan al Gobierno y a las empresas eléctricas. Uno de ellos es la potencia, un costo asociado a la potencia eléctrica que contratamos en el momento en el que alquilamos o compramos una vivienda o abrimos la reja de nuestro negocio y es un gasto fijo utilicemos o no electricidad. Actualmente los usuarios tenemos la opción de contratar dos niveles de potencia distintos para hogares o negocios, siempre y cuando, sea en el mercado regulado.
Ojo que con este concepto es posible que podamos ahorrar algo en la factura de la luz. Para ello, tan solo es necesario analizar la potencia que tenemos contratada y la consumida, si es inferior durante un período de tiempo la consumida, podemos cambiar de potencia contratada y eso supondrá un descenso en la factura.
El siguiente elemento de la factura de la luz es el consumo, la cantidad que pagamos por kilowatio hora (kWh) consumido y que se obtiene de multiplicar el consumo que hemos hecho por el precio de la energía. Nuestro precio de la energía dependerá de si estamos en mercado libre o regulado, en el caso del mercado regulado existe discriminación horaria de tres tramos y, en el libre, podemos optar por una tarifa con precio estable o discriminación horaria.
Otro gasto que incluye la factura de la luz es el de alquiler de equipos que se paga a la distribuidora y que oscila, según precio establecido por el Gobierno, entre 0,81€ y 1,36€ al mes.
Por último, existen dos impuestos que, estemos en un tipo de mercado u otro, abonamos mensualmente en la factura de la luz. Uno es el impuesto sobre la electricidad que, como comentábamos anteriormente, será de 0,5% hasta el 31 de diciembre de 2023, y se calcula sobre la suma de consumo y potencia. El otro es el IVA o Impuesto sobre el Valor Añadido que está regulado al 10% salvo en el caso de hogares con una potencia contratada hasta 10 kW, en cuyo caso se les aplicará un 5%, también hasta finales de año.
Así que, si además de entender tu factura de la luz, quieres ahorrar un poco, septiembre es un buen momento para analizar tu potencia, comparar tarifas de varias compañías y empezar el nuevo curso con un pequeño respiro económico.