Si has oído hablar de la calificación crediticia y te preguntas cómo puedes mejorarla, seguro que ya sabes que se relaciona con el mundo de las finanzas.
Porque sí: puede influir en tu capacidad para conseguir préstamos, tarjetas de crédito y otras formas de financiación.
Así que antes de firmar nada, como abogados expertos en reclamar deudas, te contamos todo lo que tienes que saber para evitar sorpresas con la calificación crediticia.
¿Qué es la calificación crediticia?
La calificación crediticia, también conocida como calificación de crédito, es un número que viene a representar la solvencia financiera e historial de pagos de una entidad.
Este número se basa en varios factores, que van a ir desde ese historial de pagos a la cantidad de deudas que existen, así como la antigüedad de tus cuentas, variedad de tipos de crédito que se usan o la cantidad de líneas de crédito recientes. En general, da una idea del riesgo que supone prestar dinero.
Aunque en algunos países la calificación crediticia se aplica a personas individuales, en España tiene más que ver con empresas, entidades e incluso el propio Estado.
Así, las agencias de calificación crediticia, como Equifax, Experian o TransUnion, recopilan información sobre el historial crediticio de las mismas, y utilizan algoritmos para calcular la puntuación de crédito estimada.
Suele variar ligeramente entre agencias, pero normalmente se sitúa en un rango de D a AAA, siendo D sinónimo de impagos y la triple A la máxima calidad crediticia.
¿Por qué es importante la calificación crediticia?
Está claro que la calificación crediticia juega un papel crucial en el mundo de las finanzas, porque cualquiera querría saber el nivel de deuda de una entidad antes de prestar.
Y es que una buena calificación crediticia puede facilitarte la obtención de préstamos con tasas de interés más favorables y condiciones más flexibles.
Por otro lado, una calificación crediticia mala puede conllevar la no aprobación de préstamos o tarjetas de crédito, e incluso puede resultar en tasas de interés más altas y términos menos favorables.
Para el Estado, por ejemplo, podría suponer que resulte bastante más difícil financiarse en los mercados. Y para ti, que un banco te denegase la hipoteca, siguiendo el modelo propio de Estados Unidos.
¿Cómo puedes mejorar tu calificación crediticia?
Es importante entender que mejorar tu calificación crediticia suele llevar tiempo y esfuerzo, aunque existen estrategias para conseguirlo. Lógicamente, vamos a centrarlo a nivel entidad y particular.
Si eres una empresa, aquí van algunos consejos útiles:
1. Paga tus facturas en tiempo y forma: el historial de pagos es uno de los factores decisivos en tu calificación crediticia. Pagar tus facturas y préstamos a tiempo es útil, ya que los pagos tardíos van a tener un impacto negativo en tu puntuación.
2. Reduce tu nivel de deuda: en lo posible, mantén tus saldos de tarjetas de crédito y otros préstamos lo más bajos posible con relación a tus límites de crédito disponibles. Reducir tu deuda suele mejorar tu relación deuda-ingresos y tiene así un impacto positivo en tu calificación crediticia.
3. No cierres antiguas cuentas: la “edad” de tus cuentas también es un factor importante en tu calificación crediticia. Si tienes cuentas de crédito antiguas y bien administradas, procura mantenerlas abiertas para demostrar un historial crediticio sólido y estable.
4. Limita las solicitudes de crédito: evita contratar un montón de tarjetas de crédito o préstamos en un corto período de tiempo, ya que las consultas de crédito recientes pueden afectar negativamente a tu calificación crediticia. En su lugar, sé selectivo y solicita crédito solo cuando sea imprescindible, especialmente si sabes que te están evaluando.
5. Revisión periódica de tu informe de crédito: vigila de cerca tu informe de crédito para detectar errores o discrepancias que puedan estar afectando tu nota final. Si encuentras algún error, contacta con la agencia para corregirlo.
Como ves, tu calificación crediticia es una herramienta fundamental que va a influir en tu capacidad para financiarte. Si no tienes una buena calificación, es posible que acabes teniendo que recurrir a los microcréditos y acabes pagando intereses abusivos.
Por eso, asegúrate de trabajar en los aspectos que mencionamos si necesitas que esta mejore.