Cuando contraemos una deuda a largo plazo, se nos presentan varios métodos diferentes para pagarla. Podríamos pagar cuotas más pequeñas al principio y más grandes al final, o incluso darle la vuelta a este sistema y pagar menos progresivamente.
Aunque existen varios métodos para realizar estos pagos graduales, existe uno que destaca sobre los demás, ya que es el más usado con diferencia.
Estamos hablando del sistema de amortización francés, el cual se usa hoy en día en prácticamente todos los préstamos hipotecarios. Esto se debe a que es el sistema que más certidumbre da al cliente, ya que la cuota no varía durante el periodo de amortización.
Es decir, si nuestra cuota es de 400€ mensuales, nos podemos asegurar de que todas las demás cuotas que vengan detrás también serán de 400€, no de 500€ o de 600€.
Pero, ¿qué ventajas ofrece este sistema?, ¿hay otros que también nos podrían dar beneficios? En este artículo vamos a dar respuesta a dichas preguntas y descubrir cómo amortizar nuestros préstamos de la manera más eficiente.
¡Empecemos!
Qué es el sistema de amortización francés
Como mencionamos en la introducción, el sistema de amortización francés es un sistema de amortización de préstamos en el que las cuotas mensuales son constantes durante todo el período de amortización.
Esto significa que el prestatario paga la misma cantidad de dinero cada mes, independientemente de la cantidad pendiente de amortización. Cada cuota mensual se compone de dos partes, el capital amortizado y los intereses:
- El capital amortizado es el principal de la deuda, es decir, el dinero que te ha sido prestado por la entidad financiera.
- Los intereses son las ganancias netas del banco, lo que te cobran a cambio de prestarte dinero. En una hipoteca suelen rondar entre el 3% y el 6% del capital principal.
Ya que los intereses son una cantidad más pequeña que la deuda principal, se desvanecerán poco a poco en nuestras cuotas. Por ejemplo, si hemos firmado una hipoteca a 25 años de 150.000€ con interés fijo del 2%, éstas serían la primera cuota que pagaríamos y la número 91:
- Primera cuota: 635,78 € Capital: 385,78 € Intereses: 250,00 €
- Cuota 91: 635,78 € Capital: 448,16 € Intereses: 187,62 €
Como podemos comprobar, aunque los intereses se van reduciendo paulatinamente, la cuota permanece constante en el tiempo, que es de lo que se trata el sistema de amortización francés.
Ventajas del sistema de amortización francés
Al ser el sistema de amortización más utilizado, es uno de los que más ventajas tienen. Específicamente, podemos diferenciar cuatro ventajas claras:
- Cuotas Constantes: La principal ventaja del sistema francés es que las cuotas son constantes a lo largo del tiempo. Esto facilita la planificación financiera para los prestatarios, ya que conocen de antemano cuánto tendrán que pagar cada mes.
- Facilidad de Planificación Financiera: La previsibilidad de las cuotas mensuales hace que sea más fácil para los prestatarios planificar sus gastos y presupuestos. Saben exactamente cuánto deben destinar a la amortización del préstamo cada mes.
- Menor Riesgo de Tasas de Interés: En comparación con otros sistemas de amortización, el francés puede ser menos sensible a las variaciones en las tasas de interés. Dado que las cuotas incluyen tanto capital como intereses, los cambios en las tasas de interés afectan de manera más gradual el importe total de la cuota.
- Popularidad y Disponibilidad: Dado que es el método de amortización más comúnmente utilizado, es más fácil encontrar información, herramientas y asesoramiento relacionados con el sistema francés. Esto puede facilitar la toma de decisiones para los prestatarios.
Pero, ¿cómo se compara esta herramienta frente a otros sistemas de amortización de pasivos? En el siguiente y último apartado vamos a descubrir otros sistemas populares para entender las diferencias que existen entre ellos.
Alternativas al sistema de amortización francés
Además de la amortización francesa, existen otros sistemas de amortización de pasivos que se usan para calcular el importe de las cuotas mensuales para amortizar un préstamo o deuda. Estos son los más utilizados:
Sistema de amortización alemán (o cuotas decrecientes): En este sistema, los pagos son más altos al principio y disminuyen a lo largo del tiempo. La tasa de interés se aplica al saldo pendiente cada período, lo que significa que los pagos de intereses son más altos al principio y disminuyen con el tiempo.
Sistema de amortización americano (o interés fijo): En este caso, los pagos consisten en intereses fijos durante un período específico, y al final de este período, se paga el capital prestado. Este tipo de sistema a menudo se utiliza en préstamos a corto plazo o con tasas de interés variables.
Sistema de amortización progresivo: En este enfoque, los pagos aumentan a una tasa predeterminada cada año. Puede ser una opción para aquellos que esperan un aumento en sus ingresos a lo largo del tiempo.
En general, el sistema francés es el más utilizado, ya que ofrece la ventaja de que las cuotas mensuales son constantes, lo que facilita la planificación del presupuesto. Por lo tanto, si no te decides, ésta siempre será una buena opción.