El oro que tenemos en la tierra es limitado. Hace millones de años, asteroides que contenían este material impactaron contra la Tierra, creando una reservas mundiales únicas.
Los seres humanos no somos capaces de producir más oro de manera viable, así que lo que tenemos es todo lo que hay. Una vez que las primeras civilizaciones empezaron a usar el oro como moneda de cambio, se dieron cuenta de que no era muy inteligente.
Llevar monedas de oro en los bolsillos puede añadir unos cuantos kilogramos a tu vestimenta, por lo tanto no es la mejor opción para salir a comprar al pueblo.
Un poco más adelante se creó el dinero que conocemos hoy en día, que es mucho más ligero y cómodo para utilizar. A diferencia del oro, el dinero no tiene límites, ya que podemos imprimir todos los billetes que queramos.
Esto creó un nuevo problema: La inflación. En este artículo hablaremos sobre qué es la inflación, qué la provoca, y cómo te puedes defender contra ella.
¡Empecemos!
Qué es la inflación
La inflación es el aumento de los precios de bienes y servicios a través del tiempo. Es normal encontrar carteles antiguos de locales de comida rápida donde ofrecían perritos calientes y hamburguesas por 1,5€ o menos.
También podemos oír historias de nuestros abuelos e incluso padres que compraban viviendas por el equivalente actual a 20.000€. Pero, ¿cómo es posible que todo fuera tan barato?
La respuesta está en la inflación, la cual siempre comienza cuando se crea una nueva moneda. Por ejemplo, vamos a usar el dólar estadounidense como referencia para poder entender este concepto.
La inflación del dólar Estadounidense
En 1794 se creó la primera moneda de dólar en Estados Unidos. Vamos a decir que ese año se crearon 8 millones de monedas. En esa época vivían en Estados Unidos 4 millones de personas, así que existían 2 dólares por cada ciudadano.
Con esa cantidad tan pequeña de dólares en circulación, simplemente teniendo 3 dólares ya serías más rico que la persona media en Estados Unidos. Por supuesto, una barra de pan no podría costar más de 1 o 2 centavos, ya que una persona tenía apenas unos dólares a su nombre.
Pero el siguiente año, en 1795, se crearon otras 8 millones de monedas de dólar. Por lo tanto, ahora existían 4 dólares por cada ciudadano. Como la gente era más rica, las barras de pan ahora podrían ser vendidas por 3 o 4 centavos en lugar de 1 o 2.
Entonces, a medida que el gobierno crea más dinero, los precios suben. Ya que la gente es más rica y se permite pagar más, los negocios y productos aumentan su precio para satisfacer la demanda.
Hoy en día, millones de euros y dólares se crean cada hora. Pero todavía nos faltan algunas preguntas por hacer, por ejemplo, ¿por qué los gobiernos siguen imprimiendo dinero si ya tenemos muchísimo?
Qué es lo que provoca la inflación
La raíz de la inflación siempre se encuentra en la impresión de nuevos billetes, inyectando más unidades de dinero en la economía. Hay varias razones que apoyan que un gobierno imprima más dinero cada año:
1. Aumento de liquidez: Al imprimir más billetes, se aumenta la cantidad de dinero en circulación, lo que puede aumentar la liquidez en la economía y facilitar las transacciones comerciales.
2. Estímulo económico: En momentos de recesión o desaceleración económica, imprimir más dinero puede proporcionar un impulso temporal a la economía al aumentar el gasto y la inversión.
3.Financiamiento del gobierno: El gobierno puede utilizar la emisión de dinero para financiar sus gastos, lo que puede ser útil en situaciones de emergencia o para financiar proyectos de infraestructura (o para pagar deudas).
Por lo tanto, los gobiernos principalmente imprimen billetes para impulsar la economía y pagar sus propias deudas con particulares o con otros gobiernos.
Aunque la inflación puede ser saludable para un país si está controlada, también puede acabar siendo un desastre. Por ejemplo, Venezuela sufrió las consecuencias de una política monetaria defectuosa.
Una combinación de factores entre los que se encontraban una mala gestión del gobierno, una impresión de billetes radical y el control de precios, provocaron una hiperinflación que hizo que la moneda no valiera prácticamente nada.
Muchos venezolanos empezaron a usar el dólar americano, ya que habían perdido la confianza en el bolívar. Además, millones de billetes fueron tirados a las calles, ya que no valían nada como consecuencia de la hiperinflación.
Ahora bien, la inflación controlada afecta a todos los países del mundo, y existen algunas formas con las que podemos defendernos de la devaluación de la moneda.
Cómo protegerse de la inflación
Existen diversas estrategias para protegerse de la inflación, cada una con sus propias ventajas y desventajas. A continuación, te presento algunas de las más comunes:
1. Invertir en activos que aumenten con la inflación
Acciones: Las acciones de empresas que históricamente han tendido a aumentar sus precios con la inflación, como las empresas de materias primas o servicios públicos, pueden ser una buena opción. Sin embargo, es importante recordar que las acciones también pueden ser volátiles y perder valor.
Bienes inmuebles: Los bienes inmuebles suelen ser una buena protección contra la inflación, ya que su precio tiende a subir con el tiempo. Sin embargo, el mercado inmobiliario también puede ser volátil.
Materias primas: Las materias primas, como el oro y la plata, a menudo se consideran una cobertura contra la inflación porque su valor tiende a aumentar cuando el dinero pierde poder adquisitivo.
2. Invertir en activos con protección contra la inflación
Bonos indexados a la inflación: Estos bonos pagan intereses que se ajustan a la tasa de inflación, lo que ayuda a proteger tu poder adquisitivo.
Cuentas de ahorro de alto rendimiento: Estas cuentas ofrecen tasas de interés más altas que las cuentas de ahorro tradicionales, lo que puede ayudarte a compensar la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación.
Como podemos comprobar, hay varias maneras de protegerse contra la inflación. Ahorrar no es una de ellas, ya que cada año nuestro dinero vale menos. Si nuestro abuelo ahorró 20.000€ en 1980 y era una fortuna, ahora no se considera como tal.
Pero bien invertidos y protegidos contra la inflación, esos 20.000€ se podían haber convertido en cientos de miles de euros. Por lo tanto, es importante protegerse contra la inflación y tenerla en cuenta cuando vayamos a ahorrar.